Rima LXVII
(Gustavo Adolfo Bécquer)
¡Qué hermoso es ver el día
coronado de fuego levantarse
y a su beso de lumbre
brillar las olas y encenderse el aire!
¡Qué hermoso es, tras la lluvia
el perfume aspirar hasta saciarse!
del triste otoño en la azulada tarde,
de las húmedas flores
de las inquietas llamas
dormir bien... y roncar como un sochantre...
Gustavo Adolfo Bécquer
Me encanta leer poemas de Gustavo Adolfo Bécquer, porque existe una maravilla dentro de cada una de las palabras que escribió
Bécquer un grande. Exactamente, Bécquer pone un mundo en cada palabra.
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